ISO acaba de revisar la Norma ISO 50001 para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado energético y facilitar la integración con otras normas de sistemas de gestión, ya que cuenta también con estructura de alto nivel, al igual que las normas de calidad, medio ambiente,…
El estándar ha sido publicado el pasado día 21 de Agosto y tiene una clara orientación a las organizaciones y a cómo pueden reducir costes de energía cumpliendo los requisitos legales y crecer de una manera más sostenible.
Las principales modificaciones que encontramos entre la versión actual del 2018 y la versión del 2011, son las siguientes:
- Nueva cláusula para la comprensión de la organización y su contexto; estableciendo la relación de los factores que afectan positiva y negativamente al desempeño energético y al sistema de gestión correspondiente.
- Partes Interesadas afectas a la eficiencia energética y a su sistema de gestión.
- Liderazgo y compromiso de la Dirección en el contexto de la eficacia del sistema adoptado de eficiencia energética.
- Análisis de Riesgos (y/o Oportunidades), adicionalmente a la filosofía del capítulo 6 de la norma de análisis de riesgos y oportunidades (identificación y valoración de los aspectos positivos y negativos que influyen en la capacidad del sistema de gestión y de la organización para lograr los resultados) en este aspecto se espera una revisión operativa más detallada para controlar y mejorar la eficiencia energética.
- Competencia: Requiere que se determine la competencia necesaria del personal que realizan el trabajo bajo el alcance del sistema de gestión de la Energía, además de evaluar la eficacia de las acciones realizadas para adquirir esa competencia. Considera también la comunicación externa (no solo interna) y establece de manera más sistemática a quien se comunica, el qué, cómo y cuando además de asegurar que la información resulte coherente con la información generada con el sistema de gestión de la energía.
- Planificación y control operacional. Asegurar el control de las actividades subcontratadas relacionadas con el uso significativo de la energía o con los procesos relacionados y mantenimiento de la información documentada siempre y cuando resulte necesaria para asegurar la confianza de los procesos.
- Seguimiento, medición, análisis y evaluación del desempeño energético. Determinación de métodos de seguimiento, medición, análisis y requisitos adicionales de información documentada tanto en investigación como en la respuesta a las desviaciones de la eficiencia energética.
- Alcance: queda establecido que no se excluirán los tipos de energía dentro del ámbito y los límites del Sistema de Gestión de la Energía y las organizaciones asegurarán que tienen la autoridad para controlar su eficiencia energética, el uso de la energía y sus consumo dentro del alcance y los límites del sistema de gestión.
- Revisión energética. Establecimiento de un flujo más lógico y criterios conectados entre los Usos significativos de energía. Hay que identificar las variables, el desempeño energético y las personas que influyen o afectan a ese uso significativo de la energía.
- Indicadores del desempeño energético. Deben mostrar una mejora de la eficiencia energética y el análisis de las variables que afecten de forma significativa a la eficiencia energética.
- Línea de base energética: Ante la existencia de variables que afecte de forma significativa a la eficiencia energética, la organización normalizará los mismos para comparar los cambios producidos en su eficiencia energética. La línea base se ha de revisar, cuando haya cambios en los factores estáticos del sistema.
- Diseño: Explícitamente determina que se tendrá en cuenta el desempeño a lo largo de la vida útil prevista o esperada cuando se consideren las oportunidades de mejora de la energía y el control operacional en el diseño de instalaciones, equipos, etc. nuevos, modificados y renovados que puedan tener un impacto significativo en su desempeño energético.